Conversaciones (im)posibles

 

La naturaleza perdurable de una carta se prestaba a un diálogo reflexivo y, de hecho, algunas de las conversaciones más valiosas de la historia fueron mediadas por el intercambio de cartas.

Conversaciones (im)posibles nace como la posibilidad de dialogar con las razones ajenas para enriquecer las propias. Cartas con las que cuestionar constructivamente los dogmas de las ideologías, el pensamiento hegemónico del momento, la corrección política, las distorsiones de la realidad y cualquier tema de interés, tanto para el individuo como para la sociedad en su conjunto.

 

¿Cómo se participa?

  • Busca un tema o pregunta que te gustaría explorar conmigo y escríbeme esa primera carta. Quizá estés interesado en dialogar sobre alguno de mis artículos.

  • Sería recomendable que la carta de apertura no excediera las 1000 palabras.

  • El anonimato tiende a estropear la calidad del discurso. Por ello, pido el nombre real.
  • Se pedirá una foto o avatar para ilustrar las conversaciones, cuando tu carta sea seleccionada.
  • Si necesitas corregir una carta o borrarla, ponte en contacto conmigo.

Los tiempos entre carta y carta los establecen sus interlocutores. No hay prisa, pueden pasar días, semanas, entre una y otra. No importa, al contrario, es una forma de pararse a pensar.

Mi tiempo es finito, no puedo mantener correspondencia con todas las personas interesadas que me hagan llegar cartas. Por ello, iré seleccionando aquellas cartas que considere interesantes y que presenten rigor, originalidad y, sin duda, calidad. Además, valoro los textos escritos desde la calma y el respeto. Posteriormente, según se cierren conversaciones o si mi tiempo lo permite iré incluyendo nuevas cartas.


…Escríbeme una carta…